Lo prometido es deuda, y aunque ayer no pudimos emitir el parte del estado del circuito, como dijimos, hoy lo íbamos a intentar de nuevo y lo hemos conseguido.
El monte en general está espectacular. El quitanieves sigue abriendo paso poco a poco y una gran cargadora va ensanchando la vía por detrás de el.
El circuito está espectacular, ya en la entrada de la pista medíamos más de un metro de nieve. Las balizas indicadoras estaban enterradas pero las hemos podido desenterrar. Habrá que reparar alguna, pero hasta la semana que viene harán su papel aunque un poco torcidas.
Ni que decir tiene que la continuidad de nieve es total en todos los recorridos y la calidad con las temperaturas tan bajas es polvo.
La huella la hemos realizado con esquís, pero al ir dos, las hemos solapado y ha quedado un cajón bien ancho.
En el cerro de Pinaré el aire ha hecho de las suyas. Como a todo hay que mirarle el lado bueno de las cosas, este efecto ha hecho que las balizas no hayan quedado sepultadas y se puedan seguir perfectamente.
Alguna rama vencida por el peso de la nieve ha quedado cruzada por los recorridos. El punto donde se juntan el recorrido "Olmos y serbales" con la bajada del "Cerro de Pinaré" es donde más problemas podemos encontrar.
A última hora se han dejado abiertos los accesos hasta Zuriza con cadenas para poder circular. El tramo de Zuriza a Linza permanece cortado al tráfico.
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