Buena sorpresa nos hemos llevado al ver que en todos ellos hay errores de toponimia. La toponimia constituye una parte esencial de la cultura de las regiones de montaña, y puesto que lo que está escrito es lo que permanece, resulta fundamental respetarla en los mapas para no contribuir a su desaparición. No parece que en este caso se haya tenido en cuenta este concepto.
Tampoco nos ha dejado indiferente alguno de los diseños de los recorridos que, por ejemplo en el caso del recorrido del Paco de Ezpelá ofrece en unos cinco kilómetros de recorrido solo uno por sendero y el resto por pista forestal. Algo que en la zona donde se localiza, las posibilidades de disfrutar de caminos no son pocas y que seguro que ayudarían, para cualquier tipo de uso, a cualquier visitante, monitor, especialista o guía, ya que la calidad en el diseño de un sendero no está reñida con la consecución de sus objetivos.
Nos preocupa la falta de coordinación entre el Ayuntamiento de Ansó y el Parque Natural que repite recorridos ya ofertados en folletos editados anteriormente. Es el caso del que parte de Zabalcoch y discurre por la zona de la Borda Chimena.
Su señalización resulta poco orientativa y contrasta con la ya existente, que con menos medios, pero con el interés que se echa en falta en la nueva, sitúa al usuario en cualquier punto y mejora notablemente el repetitivo y casi insultante "inicio sendero"/"fin de sendero" instalado en los abundantes cruces por los que transcurre el recorrido.
Algo similar ocurre con el localizado en la zona de Lacherito. Se repite recorrido ya reseñado en folletos de la campaña "Montaña Segura" de la federación de montaña y por cierto muy útiles y hechos con el interés que les falta a los que estamos describiendo.
Pero "la palma" se la lleva el recorrido localizado en Linza y la Foya de los Ingenieros. Ya no son solo los errores en toponimia, sino la localización de los lugares que según la descripción del panel de inicio nos llevan a otro lugar diferente al nombrado de manera incorrecta. Tampoco coincide con la realidad el trazado dibujado en el mapa. Tampoco la señalización modificada chapuceramente a golpe de navaja nos indica a donde nos dirigimos o donde nos encontramos de una forma clara.
Preocupación tenemos también por las recomendaciones específicas de no hacer el sendero en época inviernal o con nieve. Linza es una de las zonas del valle donde pueden realizarse paseos seguros en invierno precisamente por donde transita el recorrido. No son pocos los esfuerzos que algunos hacemos a la hora de promocionar el turismo invernal, pero poco podemos hacer frente a un Gobierno de Aragón, que a través del Parque Natural, no recomienda este tipo de actividad.
Después de todo esto:
¿Podremos inculcar respeto por el espacio protegido desde nuestros establecimientos, cuando los responsables de su gestión demuestran no tenerlo ni por el entorno ni por sus habitantes?
¿Podremos tratar de sinvergüenzas a quienes sabiendo que las cosas están mal hechas imponen su instalación chapucera?
¿Podremos tratar también de sinvergüenzas a quienes desde Ansó, y pudiendo frenarlo, permiten estos "atentados" realizados con dinero de todos?
¿Acertaremos si pronosticamos que todos los responsables de este chandrío se tiraran la pelota de unos a otros y no pasará nada?
